Una considerable cantidad de evidencia nos dice sobre una terrible historia de mutilación y
asesinatos en China. Informes de testigos y médicos chinos revelan que practicantes de Falun Gong
han sido asesinados por sus órganos, los cuales son vendidos y trasplantados a precios exorbitantes
en el comercio de trasplantes.
Los perpetradores son los funcionarios del Partido Comunista Chino, que actúan en colaboración con
cirujanos, autoridades de las prisiones y oficiales del ejército. Las víctimas son retenidas en
campos de concentración antes de que les extirpen sus órganos, después sus cuerpos son incinerados
inmediatamente.
En febrero de 2017 se presentaron en el Congreso de los Diputados 251.000 firmas recogidas en España
contra la persecución y la extirpación forzada de órganos a Falun Gong. La resolución del Parlamento
Europeo de 12 de diciembre de 2013 "pide a la UE y a sus Estados miembros que den publicidad al
asunto de la extracción forzada de órganos en China".
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